

Los cultivos intercalados deben gestionarse lo antes posible después de la cosecha. De hecho, hay que pensar con antelación qué método de cultivo se va a elegir. De esta elección depende la especie que se incluirá en el cultivo de cobertura. Consejos sobre la siembra, las soluciones de cobertura del suelo y la destrucción de los cultivos intermedios.
Elección de un único cultivo de cobertura o de varias especies
Se pueden plantar diferentes especies durante el periodo de cultivo intercalado. En el caso de la colza, el rebrote del cultivo anterior suele ser la solución. Alternativamente, se puede sembrar un cultivo de cobertura de una sola especie, o incluso una mezcla. En la mayoría de los casos, los cultivos de cobertura se utilizan por parejas, con mezclas de gramíneas + leguminosas o gramíneas + crucíferas. En el caso de algunos cultivos, como el maíz o el sorgo, puede bastar con cubrir con mantillo en invierno. En tales casos, se debe consultar la normativa local.
Cultivos de cobertura: rebrote o siembra
La gestión de los cultivos intercalados es bastante sencilla en caso de rebrote (con colza, por ejemplo), ya que basta con dejar germinar las semillas que han caído al suelo. No obstante, el cultivo de rastrojos poco profundos puede favorecer la emergencia. Si hay que sembrar un cultivo de cobertura, son posibles diferentes estrategias de siembra en función del cultivo elegido.
En cuanto al equipo necesario, depende de la especie. Las semillas pequeñas, como las crucíferas, pueden sembrarse al voleo. Otras, como la facelia (semillas grandes que requieren apisonamiento) deben sembrarse con más cuidado, utilizando una sembradora de cereales o combinada. Entre las dos, también hay técnicas como las combinaciones de sembradora de semillas pequeñas y rastrojador. En la agricultura de conservación, el cultivo de cobertura puede sembrarse directamente durante la cosecha. Las mezclas de cultivos intercalados pueden sembrarse en varias etapas si los tamaños de las semillas de las distintas especies son incompatibles con el equipo, pero este método es poco frecuente, ya que requiere mucho tiempo y es más costoso.

¿Y si no es posible plantar un cultivo de cobertura?
En las regiones productoras de maíz, la cosecha puede ser tardía, por lo que la plantación de un cultivo intercalado está condenada al fracaso, ya que las temperaturas son demasiado bajas para que la biomasa se desarrolle adecuadamente. En este caso, el acolchado es una opción. El acolchado consiste en triturar los tallos de maíz y después enterrarlos. Esta operación puede estar sujeta a una reglamentación. Si es así, debe realizarse pocos días después de la cosecha. La mezcla de los tallos en el suelo permite su descomposición y la fijación del nitrógeno disponible en el suelo.

Destruir el cultivo intercalado antes de plantar el cultivo siguiente
La destrucción de los cultivos intercalados está a veces sujeta a limitaciones reglamentarias en cuanto a la fecha. Desde el punto de vista agronómico, cuanto más desarrollado esté un cultivo de cobertura, mejor podrá fijar los nitratos, aumentar la materia orgánica y mejorar la estructura del suelo. Existen muchas técnicas de destrucción en función de la especie y del tipo de prácticas agrícolas.
El método más sencillo consiste en dejar que el cultivo de cobertura se congele al llegar el invierno. Si no, los cultivos cubiertos pueden destruirse mecánicamente, con un arado, una herramienta de disco, un rodillo (en un cultivo congelado) o una trituradora. Estas técnicas pueden combinarse para una destrucción más eficaz del cultivo. También es posible la destrucción química, utilizando glifosato. En la agricultura de conservación, se recomienda utilizar técnicas que remuevan el suelo lo menos posible. En la agricultura ecológica, el desherbado químico está prohibido. Al destruir cultivos de cobertura, hay que prestar atención al control de las babosas, cuya población aumenta con determinados cultivos intercalados, y a los residuos de herbicidas, que pueden afectar al cultivo siguiente.


