Para Chris Paddock, controlar las malas hierbas de los pastos, como los cardos y las ortigas, depende en gran medida del momento en el que se realiza el tratamiento herbicida.
“Si podemos pulverizar en el momento adecuado, temprano en primavera cuando las malas hierbas están en un estado de desarrollo temprano, óptimo para que el tratamiento herbicida sea efectivo, entonces, en general, podemos controlar el problema ”, dice.
Esto es lo que proporciona la justificación perfecta para que la empresa utilice su propio pulverizador, lo que les permite elegir el momento adecuado, cuando las condiciones para la pulverización son las adecuadas y las malas hierbas son más susceptibles.
Chris, cultiva 170 ha en Burway Farm, Ludlow, con sus padres Philip y Nichola, recientemente adquirió un pulverizador suspendido Optis Kuhn, con una anchura de barra de 12 metros y un depósito de polietileno de 1,000 litros, que hace que sea una máquina maniobrable cuando se lleva con un tractor John Deere 6310 de 100 CV.
“Hay una serie de características de serie en la nueva máquina que consideramos particularmente útiles”, añade. “En primer lugar, está la tubería de aspiración que permite que el depósito se llene muy rápido directamente desde un tanque precargado. Ese es un beneficio práctico real, ya que tenemos tomas de agua de baja presión, por lo que esto ahorra mucho tiempo en comparación con el llenado con una manguera.
Desde el punto de vista operativo, características como el ajuste hidráulico de altura y el control electrónico desde la cabina significan que podemos ser más precisos en nuestro pulverizado. Al mismo tiempo, la configuración de un depósito adicional de agua limpia separada y un depósito de incorporación de productos fitosanitarios hace que el llenado y el lavado sean más seguros y sencillos que su máquina anterior, cree Chris.
“También hay menos filtros que mantener, con solo uno para cada una de las tres secciones de la barra en lugar de uno en cada una de las 24 boquillas, y las luces de carretera están instaladas de serie”, dice.
Desde el punto de vista operativo, características como el ajuste hidráulico de altura y el control electrónico desde la cabina significan que podemos ser más precisos en nuestro pulverizado. Al mismo tiempo, la configuración de un depósito de agua limpia separada y un depósito de incorporación de productos fitosanitarios hace que el llenado y el lavado sean más seguros y sencillos que su máquina anterior, cree Chris.
“También hay menos filtros que mantener, con solo uno para cada una de las tres secciones de la barra en lugar de uno en cada una de las 24 boquillas, y las luces de carretera están instaladas de serie”, dice.
La facilidad de operación y mantenimiento, junto con la capacidad de realizar el pulverizado en el momento oportuno, ayuda a justificar la decisión de la familia Paddock de poseer y trabajar con su propio pulverizador. También encaja bien con su filosofía de autosuficiencia, que rige en la explotación mixta que cuenta con alrededor de 40 ha de cereales y 130 ha de pastizales. La familia mantiene un rebaño de 30 vacas nodrizas, la mitad de las cuales son Limusinas de Pedigree, y compra hasta 200 cabezas de ganado. También hay un rebaño de 300 ovejas de Texel-cross y Beltex-cross. Todo el ganado se termina de engordar en la granja y se vende principalmente a través del mercado de ganado de Ludlow, donde el ganado de Burway Farm es famoso por su calidad.
“Cultivamos trigo y cebada para nuestra alimentación y nuestro objetivo es maximizar la productividad de nuestros pastizales para comprar el mínimo de alimento posible”, explica Chris. “Manejamos nuestra propia cosechadora, rotoempacadora y empacadora pequeña, y tenemos nuestras máquinas propias para labrar y sembrar. En la medida de lo posible, operamos sin necesidad de llamar a una empresa de servicios. Al igual que con el pulverizado, significa que podemos ir cuando sea necesario, para aprovechar al máximo las buenas condiciones para realizar el trabajo ”.