soil testing by two individuals after direct drilling

Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), un tercio de los suelos del planeta están degradados. El potencial productivo se ve amenazado por el agotamiento de los suelos. El principal reto de la agricultura de conservación (AC) para los agricultores es regenerar y conservar la calidad de los suelos que han sido sometidos a una presión excesiva por parte del ser humano y/o de los fenómenos meteorológicos. Detalles y otros retos importantes para la agricultura de conservación.

Prácticas agrícolas y secuestro de carbono 

La tasa de CO2 del planeta ha aumentado un 31 % desde 1750. Es una de las principales causas del calentamiento global, a través de las emisiones de gases de efecto invernadero. Se debe a la combustión de combustibles fósiles en dos tercios de los casos. Otro tercio proviene de los cambios en el uso del suelo y el cultivo de la tierra. Sin embargo, existen soluciones para secuestrar carbono a través de la agricultura y, en particular, de la conservación del suelo. La AC aumenta las reservas de carbono en el suelo en 0,5 toneladas por hectárea y año en comparación con la agricultura convencional. El carbono se almacena a través del sistema suelo-planta. En términos prácticos, el CO2 atmosférico es capturado por los cultivos o cultivos de cobertura para la fotosíntesis. A continuación, se transforma en materia vegetal y se entierra en el suelo, lo que regula el clima y proporciona muchas otras ventajas agronómicas, como la reducción de la erosión y el aumento de la biodiversidad y las reservas de nutrientes.

Retos económicos: ahorro de mano de obra y costes

La agricultura de conservación aboga por un laboreo mínimo o nulo. Reduce drásticamente las necesidades de mano de obra y energía (gasóleo). El ahorro se estima entre un 30 y un 40 % en términos de tiempo y mano de obra, en comparación con los cultivos convencionales. A largo plazo, también se reducen los costes de inversión y mantenimiento de la maquinaria.

Suelos más sanos, rendimientos equivalentes

Mediante la aplicación de los principios de la agricultura de conservación, se mejora la salud del suelo. Con el tiempo, aumenta la capacidad de infiltración del agua, lo que reduce la escorrentía superficial y la erosión. También se conservan los recursos biológicos naturales del suelo: fauna, microfauna, flora, etc. Aumenta la biodiversidad. Según la APAD (Asociación Francesa para la Promoción de la Agricultura Sostenible), la actividad microbiana es dos veces mayor y hay 15 veces más lombrices que con un sistema convencional. La materia orgánica aumenta al mismo ritmo que la fertilidad del suelo, que, según algunas fuentes, ha aumentado un 1 % en 10 años. Además de ser beneficioso para el ecosistema, los rendimientos son comparables a los de los cultivos convencionales. También tienden a aumentar con el tiempo y a ser más estables. El suelo se vuelve más resistente a las dificultades climáticas.

Limitaciones de la agricultura de conservación

El control de las malas hierbas es una de las mayores limitaciones de la AC. A menudo se utilizan productos sistémicos, como el glifosato, para controlar las malas hierbas. En algunos casos, puede ser necesario un laboreo superficial ligero. En todos los casos, se recomienda una formación básica en agronomía para conocer el suelo y sentirse seguro a la hora de experimentar antes de aplicar métodos de AC. Puede ser beneficioso unirse a grupos de agricultores especializados. La agricultura ecológica, por ejemplo, está sujeta a importantes limitaciones debido a la prohibición de los productos químicos. Sin embargo, se han obtenido resultados positivos utilizando diversas técnicas: pastoreo rotativo dinámico, laboreo superficial, laboreo en franjas, etc.

Fuentes:  

https://www.fao.org/conservation-agriculture/overview/why-we-do-it/en/