
El objetivo de todas las técnicas utilizadas en la agricultura de conservación (AC) es promover el potencial agronómico del suelo, manteniendo un rendimiento óptimo de los cultivos a largo plazo. Por lo tanto, el suelo debe considerarse un entorno vivo cuya biodiversidad, materia orgánica y procesos biológicos deben protegerse. Por esta razón, se recomiendan ciertas prácticas agronómicas, mientras que otras han sido abandonadas. Detalles sobre las técnicas utilizadas.
La base de la agricultura de conservación: conocer el suelo
Para pasarse a la agricultura de conservación, es necesario conocer el suelo. Los análisis del suelo son esenciales para determinar su salud, fertilidad y niveles de materia orgánica.
Para realizar los análisis, existen algunas técnicas de diagnóstico bastante rápidas que requieren poco equipo:
- La prueba de la pala y la evaluación visual de la estructura del suelo (VESS) se emplean para observar la calidad del suelo mediante el examen de sus agregados y porosidad. Se toman muestras de suelo y se clasifican utilizando una rejilla estándar para detectar problemas estructurales y definir los sistemas de cultivo adecuados o comparar métodos.
- La mini prueba de perfil del suelo en 3D es más profunda (60 cm en lugar de 30). Se utiliza una pala telescópica y una horquilla para palés para acceder y observar la estructura del suelo y los terrones, que se interpretan con la cuadrícula estándar. El objetivo es resolver los problemas de compactación y prevenir problemas futuros.
- El penetrómetro es una herramienta de diagnóstico rápido para detectar la compactación del suelo. Se utiliza una varilla metálica para penetrar en el suelo y comprobar la resistencia, es decir, las zonas compactadas.
El método de diagnóstico del perfil del suelo tarda más tiempo y requiere más experiencia, ya que hay más criterios a tener en cuenta.
Siembra sin laboreo
Para perturbar lo menos posible el suelo, la flora y la fauna, la agricultura de conservación utiliza prácticas con menos laboreo, como el mínimo laboreo (min-till).
Se recomiendan las siguientes prácticas:
- Siembra directa, que consiste en sembrar sin labranza.
- Siembra directa en cultivos de cobertura establecidos.
- Laboreo en franjas, que requiere labrar solo la línea de siembra.
Alargar las rotaciones de cultivos y diversificar las familias de plantas
Para controlar las malas hierbas y las plagas y promover la fertilidad del suelo, la agricultura de conservación recomienda:
- Diversificar las especies en la rotación de cultivos.
- Implementar un sistema de cultivo con rotaciones largas.
- Plantar cultivos de cobertura de diferentes familias de plantas y mantener una cobertura permanente del suelo entre cultivos. Esta práctica es eficaz para reducir la erosión y la lixiviación de nitrógeno en otoño.
Utilización de productos para el control de malas hierbas
En los primeros años, los herbicidas como el glifosato son a menudo recomendados. Con el tiempo, las malas hierbas serán menos numerosas y se necesitarán menos herbicidas. Esto es el resultado de un mejor dominio de las técnicas, así como de la combinación de métodos químicos y de gestión de la rotación (destrucción mecánica, rotaciones largas, cultivos de cobertura, etc.).
Trituración de cultivos de cobertura y uso de productos para el control de plagas
El control de plagas es otro problema que hay que gestionar en la AC. Para destruir los hábitats de las plagas en los cultivos de cobertura, se recomienda la trituración mecánica. Las trituradoras horizontales, que realmente desmenuzan los residuos, son más eficaces que las verticales. Por otra parte, los productos para el control localizado de roedores y los gránulos contra babosas también son eficaces.
Fuentes:
Graham Shepherd, 2000, Visual Soil Assessment, Volume 1 - Field guide for cropping and pastoral grazing on flat to rolling country, https://orgprints.org/id/eprint/30582/1/VSA_Volume1_smaller.pdf