Agricultura sostenible

Los principios clave del desarrollo sostenible se aplican a la agricultura sostenible y sus sistemas de producción.

La agricultura ha evolucionado considerablemente durante el último siglo, tanto en lo que respecta a sus prácticas como al número de personas que trabajan en el sector. Gracias a los avances tecnológicos, una minoría de personas garantiza ahora la seguridad alimentaria de todo un país. Esta transición ha tenido a veces consecuencias negativas para el ecosistema. Sin embargo, hace unos cuarenta años, el concepto de desarrollo sostenible se extendió al sector agrícola. En respuesta a los impactos de una agricultura más intensiva, la producción ya no es solo económica, sino también social y medioambiental. La agricultura se está volviendo sostenible, pero ¿cuáles son los fundamentos de esta forma de producir?

¿Qué es la agricultura sostenible?

La definición más común del concepto de agricultura sostenible proviene de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Se trata de un método de producción definido según los tres pilares fundamentales del desarrollo sostenible: 

  • Económico, es decir, la explotación agrícola debe poder vivir de su producción.
  • Las prácticas agrícolas deben respetar el medio ambiente.
  • El contexto social debe ser satisfactorio. 

Esto significa que se trata de un enfoque de producción sostenible que puede transmitirse a las generaciones futuras. 

¿Cuáles son los desafíos de la agricultura sostenible?

Los desafíos de la agricultura sostenible se asientan en tres pilares: económico, medioambiental y social. Es necesario producir cantidades suficientes para alimentar a una población en constante crecimiento, respetando el medio ambiente y teniendo en cuenta las especificidades locales para garantizar la sostenibilidad a lo largo del tiempo. El reto radica en la naturaleza a veces contradictoria de estas tres reglas básicas. De ahí la necesidad de pensar globalmente sobre el sistema, a más largo plazo. Por lo general, hay que evitar los objetivos a corto plazo cuando se emprende el camino de la agricultura sostenible.

¿Por qué la agricultura sostenible también debe ser productiva?

El objetivo de la FAO es erradicar el hambre en todo el mundo para 2030. Sin embargo, el Informe sobre la crisis alimentaria mundial de 2023 estimó que más de 250 millones de personas seguían padeciendo inseguridad alimentaria aguda en 2022. Según un informe de las Naciones Unidas de 2021, 735 millones de personas se vieron afectadas por el hambre en 2019. Existen muchas razones para ello, como los conflictos, las crisis económicas y las condiciones climáticas extremas. La noción de calidad, intrínseca a los pilares medioambiental y social, está íntimamente ligada a la noción de cantidad, es decir, al rendimiento agrícola, sin el cual el productor no podría vivir y la población no podría alimentarse.

¿Qué tipo de agricultura es la más sostenible?

La agricultura intensiva, la agricultura ecológica, la agricultura razonada, la agricultura de conservación, la permacultura y la agricultura familiar son términos que se utilizan para referirse a métodos de producción agrícola. Pero ¿cuál es el método más sostenible? ¿Cuál produce menos gases de efecto invernadero? ¿Cuál es el más rentable? ¿Cuál es el más saludable? No hay respuestas sencillas, ya que existen grandes variaciones en los sistemas de producción dentro de cada método. Sin embargo, existen algunas técnicas universales que intentan configurar el ecosistema agrícola más sostenible.

Cómo medir la sostenibilidad de una explotación agrícola?

La FAO propone un indicador de agricultura sostenible. Se basa en el porcentaje de explotaciones agrícolas sostenibles en una zona determinada (indicador de los Objetivos de Desarrollo Sostenible [ODS]). Entre los criterios del indicador, dentro de los 3 pilares principales de la agricultura sostenible, se encuentran: 


- El valor de la producción agrícola por hectárea (pilar económico). 
- Los ingresos agrícolas netos (pilar económico).
- Los mecanismos de mitigación de riesgos (pilar económico). 
- La prevalencia de la degradación del suelo (pilar medioambiental).
- Las variaciones en la disponibilidad de agua (pilar medioambiental).
- La gestión de fertilizantes (pilar medioambiental).
- La gestión de productos fitosanitarios (pilar medioambiental).
- Las prácticas favorables a la biodiversidad (pilar medioambiental).
- Los salarios (pilar social).
- Medición de la Escala de Experiencia de Inseguridad Alimentaria (FIES) (pilar social).
- Derechos de propiedad garantizados sobre la tierra (pilar social).
El método de cálculo está reconocido internacionalmente.

¿Qué país tiene la agricultura más sostenible?

The Economist Intelligence Unit propone un indicador: el FSI (Índice de Sostenibilidad Alimentaria). Se basa en 38 indicadores y 95 medidas individuales. Se dividen en 3 categorías: desperdicio de alimentos y agua, sostenibilidad de los métodos agrícolas y gestión de los problemas industriales. En cuanto a la sostenibilidad agrícola, algunos ejemplos de indicadores son: el impacto medioambiental de los fertilizantes y productos químicos, el porcentaje de tierras cultivadas con métodos ecológicos, el porcentaje de tierras agrícolas en propiedad, la calidad de los productos, la densidad ganadera, la diversificación de cultivos, la biodiversidad, las emisiones de gases agrícolas, la adaptación al cambio climático, etc. 
Los países con mejores indicadores en 2024 son Finlandia, Estonia, Austria y Tanzania.

Mapa mundial de la agricultura sostenible Pilar del índice de sostenibilidad alimentaria
scores are scaled from 0 to 100, where 100 = the highest sustainability

¿Qué apoyos existen para desarrollar una explotación agrícola más sostenible?

El compromiso con la agricultura sostenible a menudo implica nuevas técnicas y cultivos que no forman necesariamente parte de los programas de formación o los métodos de trabajo locales. A menudo requiere cambiar las prácticas, o incluso un cambio total de paradigma en la explotación. La formación y el apoyo financiero son esenciales para implementar estos cambios. Las políticas agrícolas están respondiendo a este considerable desafío con programas de apoyo específicos. Desde 2005, la Unión Europea ofrece apoyo financiero a todos los agricultores que cumplen determinadas obligaciones medioambientales, como el almacenamiento de carbono en el suelo, la gestión del agua, la protección del suelo y la prevención del deterioro de los hábitats naturales. Desde 2013, el 30 % de las ayudas están supeditadas al cumplimiento de prácticas agrícolas como la conservación de pastos permanentes, la diversificación de cultivos y la protección de zonas ecológicas. En 2023, la PAC (Política Agrícola Común) europea introdujo los regímenes ecológicos, según los cuales cuanto más respetuosas con el medio ambiente sean las prácticas de las explotaciones agrícolas, mayor será la recompensa económica.

Innovación técnica y sostenibilidad: ¿soluciones para una agricultura sostenible?

El fenomenal aumento de la productividad agrícola en el siglo XXI no habría sido posible sin el desarrollo de la maquinaria, los cultivos genéticamente mejorados y el uso de productos químicos. Además de permitir enormes ganancias en productividad, estas innovaciones tecnológicas también facilitaron considerablemente las condiciones de trabajo. Hoy en día, se utilizan cada vez más para desarrollar la sostenibilidad de las explotaciones agrícolas con el fin de preservar los recursos naturales. El objetivo es reducir los insumos, gestionar el trabajo y los recursos de forma más eficaz, y aplicar una estrategia agrícola global, etc. Los datos de las explotaciones agrícolas se están convirtiendo en un recurso inestimable para mejorar el rendimiento en los 3 pilares de la agricultura sostenible.

El desarrollo sostenible y el consumidor: ¿qué papel desempeña el consumidor?

Los consumidores tienen un papel clave que desempeñar en el fomento de métodos agrícolas sostenibles. Al ser más conscientes de las implicaciones de sus compras y buscar garantías, pueden optar por compras «sostenibles», como productos ecológicos, alimentos con menos envases, comprar menos pero mejor, adquirir productos locales y de temporada, y comprar directamente al productor. 
La gestión de residuos también se está convirtiendo en una cuestión clave de sostenibilidad para los consumidores y el sector de la restauración. Cada año se desperdician cerca de 570 millones de toneladas de alimentos en todo el mundo, lo que representa casi el 61 % de todos los residuos alimentarios. Para reducir los residuos, es necesario actuar sobre el origen: la compra excesiva y la mala planificación. 

Fuentes:

  • https://www.fao.org/newsroom/detail/122-million-more-people-pushed-into-hunger-since-2019-due-to-multiple-crises--reveals-un-report
  • https://sarep.ucdavis.edu/sustainable-ag#:~:text=Sustainable+agriculture+presents+an+opportunity,healthy+economies+in+rural+communities.  
  • https://www.fsinplatform.org/sites/default/files/resources/files/GRFC2023-brief-FR.pdf 
  • https://openknowledge.fao.org/server/api/core/bitstreams/32da2942-3854-4736-af19-877b3ab22d35/content 
  • https://sustainability.hapres.com/htmls/JSR_1101_Detail.html 
  • https://impact.economist.com/projects/foodsustainability/interactive-world-map/ 
  • https://agriculture.ec.europa.eu/common-agricultural-policy/cap-overview/cap-2023-27_fr#keyareasofreform 

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