
Diez mil millones de habitantes en 2050. Esa es la cantidad de bocas que la agricultura tendrá que alimentar en unas pocas décadas. El sector agrícola cuenta principalmente con la agricultura de precisión para hacer frente a este reto. El reto consiste en producir suficientes alimentos y preservar el medio ambiente en un contexto climático impredecible. ¿Qué podemos ganar con el uso de las nuevas tecnologías en la agricultura y cuáles son los retos?
Mejorar el rendimiento medioambiental con la agricultura de precisión
La agricultura es responsable del 20 % de los gases de efecto invernadero en todo el mundo. Pero también puede suponer una gran oportunidad para limitar el calentamiento global. La agricultura de precisión puede contribuir a este ambicioso objetivo de varias maneras. Puede reducir la huella ecológica de la agricultura adaptando el uso de insumos, como los fertilizantes, a las necesidades de las plantas y mejorando la gestión de los recursos, el agua (riego) y la energía
Alimentar a una población en crecimiento con nuevas tecnologías
Tras décadas de avances genéticos tanto en el sector animal como en el vegetal, los rendimientos se están estancando. La agricultura de precisión puede aportar valiosos avances en la adaptación de las prácticas de producción alimentaria para producir más y mejores alimentos para una población en constante crecimiento. Mediante la combinación de datos, la aplicación de las dosis adecuadas en los lugares adecuados y la mejora de los conocimientos agronómicos, las prácticas pueden adaptarse al clima y al suelo y optimizar la producción.
Asistencia en la toma de decisiones: beneficios económicos para los agricultores
Aunque la adquisición de las nuevas tecnologías puede suponer un obstáculo financiero inicial, cada vez son más las máquinas agrícolas que las incorporan de serie. Otros elementos, como las imágenes por satélite, son bastante accesibles y tienen un coste menor. Además, las nuevas tecnologías pueden ayudar a aumentar la rentabilidad a largo plazo, al permitir una aplicación más eficaz de los insumos y, posiblemente, reducir su uso sin mermar el rendimiento.
Conectarse para utilizar las nuevas tecnologías agrícolas
La mala conectividad en las zonas rurales puede ser un obstáculo para el uso de soluciones conectadas. Se están realizando inversiones para reducir las zonas blancas y limitar los requisitos de ancho de banda para los IoT (Internet de las cosas u objetos conectados), pero las posibilidades técnicas aún no están disponibles en todas partes. En general, todas las zonas disponen de cobertura satelital para los equipos de geoposicionamiento y para los equipos de control y registro (modulación, dirección, etc.).
Familiarizarse con las nuevas tecnologías en los ámbitos agrícola y de asesoramiento
El grado de utilización de las nuevas tecnologías depende del tipo de explotación, del sector y de las tecnologías existentes. Por ejemplo, en Francia, la práctica de la modulación de la dosis de aplicación se utilizaba en menos del 10 % de las explotaciones en 2018, mientras que, de las 50 000 explotaciones lecheras, 14 000 disponían de robots de ordeño en 2023. Para garantizar que la agricultura de precisión no se reserve a un tipo concreto de agricultor, la formación de los asesores agrícolas podría contribuir a darla a conocer mejor y hacerla más accesible a todos. De hecho, la familiaridad con las tecnologías disponibles es un factor importante en el sector.
Abordar las cuestiones relacionadas con la propiedad de los datos agrícolas
Antes de trabajar con la agricultura de precisión, es necesario introducir los datos, y esta introducción de datos puede llevar mucho tiempo cuando se realiza manualmente. Sin embargo, cada vez son más los sistemas que transfieren los datos automáticamente, gracias a la interoperabilidad de los sistemas, que es esencial. Una vez introducidos, los datos constituyen un registro inestimable de las operaciones realizadas en la explotación, lo que garantiza la trazabilidad legal y sanitaria. Aún es necesario avanzar en materia de propiedad de los datos y consentimiento para su uso, pero existen iniciativas a nivel agrícola europeo, por ejemplo, con consorcios como AgriDataSpace y la Ley de Datos.