Agricultura de conservación: restaurar el suelo para que recupere todo su potencial

La agricultura de conservación (AC) consiste en una serie de técnicas agrícolas utilizadas para restaurar el potencial agronómico del suelo. Se inició en los Estados Unidos en la década de 1930, tras la aplicación de prácticas de labranza intensiva en campos sujetos a fuertes vientos y erosión. En la actualidad, este método se utiliza en millones de hectáreas en todo el mundo. Se considera una solución eficaz contra la erosión, además de enriquecer el suelo con materia orgánica y producir buenos rendimientos. Definiciones, principios, retos y técnicas.

La agricultura de conservación fue definida por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) en 1997. Se basa en tres principios fundamentales que previenen la degradación del suelo. Actualmente, más de 100 millones de hectáreas de tierras agrícolas se gestionan bajo los principios de la agricultura de conservación.

Los tres pilares fundamentales de la AC

Hay tres pilares que se consideran fundamentales para la agricultura de conservación: 
- Mínima alteración del suelo. 
- Evitar el suelo desnudo con una cubierta vegetal permanente.
- Rotación de especies de cultivos diversificados. 

cover crops help to improve air quality sustainably as an agricultural practices

Cultivo de cobertura

reducing tillage with minimum tillage practices

Mínimo laboreo

crop rotation as key agronomic method

Rotación de cultivos

Estos 3 pilares de la agricultura de conservación son fundamentales para aprovechar al máximo los beneficios de esta técnica. 
La AC se asocia a menudo con técnicas de mínimo laboreo. De hecho, la labranza mínima es una de las técnicas utilizadas para alcanzar los objetivos del primer pilar. Sin embargo, el concepto de agricultura de conservación también abarca operaciones como el enterramiento de residuos y el control de malas hierbas, lo que no es el caso de la labranza mínima.

¿Por qué elegir la agricultura de conservación?

Según la FAO, el 30 % de los suelos del planeta están degradados. Por lo tanto, la implementación de la agricultura de conservación es de importancia planetaria. Se trata de restaurar nuestros suelos para producir lo suficiente para alimentar a la población humana a largo plazo. Además, la agricultura de conservación produce otros beneficios importantes, especialmente en lo que respecta al calentamiento global. Una menor labranza significa que el carbono, absorbido por las plantas para crecer, se fija en las capas profundas del suelo cuando la materia vegetal se transforma en humus. La AC también beneficia a la explotación agrícola al reducir los costes de mano de obra y energía gracias a la disminución de las operaciones.

Las ventajas agronómicas de la práctica

Al secuestrar más carbono mediante una menor labranza y la plantación de cultivos de cobertura, la AC promueve la formación de materia orgánica. Aumenta la fertilidad del suelo. El entorno rico aumenta la biodiversidad y las lombrices, así como los procesos biológicos naturales que reciclan la materia orgánica.
Al mismo tiempo, el suelo se vuelve más poroso, con mejores capacidades de infiltración, lo que limita aún más la erosión y mejora el suministro de agua a los cultivos.
Una vez dominado el método, todas estas ventajas permiten obtener rendimientos similares a los de las técnicas convencionales. El manejo de las malas hierbas, mediante cultivos de cobertura y la rotación de cultivos, es a menudo un factor determinante. 

Mejorar la calidad del suelo con materia orgánica y lombrices.

¿Qué técnicas se necesitan para aumentar el carbono en el suelo?

La aplicación de los principios de la agricultura de conservación requiere observar e interpretar el suelo. Es posible realizar diagnósticos rápidos y sencillos si se dominan los conceptos básicos de agronomía: prueba de la pala, mini perfil 3D del suelo, etc. Con estas herramientas de diagnóstico, es posible determinar la salud del suelo y las técnicas necesarias para mejorarla.
Las técnicas más utilizadas en la agricultura de conservación incluyen: 
- Siembra directa, a veces en cobertura vegetal.
- Utilización de una mezcla de especies de semillas como cultivos de cobertura.
- Dominio de las técnicas de plantación de diversos cultivos de cobertura.
- Implementación de un sistema de cultivo con rotaciones largas.
- Diversificación de las principales especies de cultivos.
- Gestión de los residuos de cultivos o cultivos de cobertura, especialmente mediante trituración.
- Utilización de insumos como herbicidas sistémicos, como el glifosato, para controlar las malas hierbas y el rebrote.
- Control de babosas y roedores.

Definición de agricultura de conservación

La agricultura de conservación es un método de gestión de las tierras agrícolas. Apareció por primera vez en la década de 1930 en los Estados Unidos como consecuencia de la grave erosión de las tierra...

Desafíos de la agricultura de conservación

Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), un tercio de los suelos del planeta están degradados. El potencial productivo se ve amenazado por el agotamien...