
En esencia, se trata de captar el nitrógeno y ponerlo a disposición de los cultivos. Los agricultores suelen sembrar una de las tres familias presentadas en este artículo, sola o mezclada. También pueden sembrarse otras especies. Presentaciones e intereses agronómicos.
Cultivos intermedios fijadores de nitrato de la familia de las gramíneas
Las gramíneas (o poáceas) son de la misma familia que el trigo y la cebada. Son monocotiledóneas con espigas. Se reconocen mediante una clave de identificación que caracteriza el tallo y las flores describiendo las espigas, las espiguillas, las glumas, las barbas, etc. En la fase vegetativa, se identifican las hojas y las vainas.
Como cultivo intermedio fijador de nitratos, el sistema radicular fasciculado de las gramíneas constituye una ventaja. Mejora la estructura del suelo en profundidad y evita la erosión. Sin embargo, a menudo es necesario utilizar un herbicida para destruirlo.
Las especies que se pueden utilizar como cultivos intermedios pueden ser: avena, ryegrass, centeno, sorgo forrajero, bromo, festuca, bohordillo, mijo, moha, poa
Las crucíferas como cultivos intermedios, si la rotación de cultivos lo permite
Las crucíferas o brásicas pertenecen a la familia de las coles o, más comúnmente en agricultura, a la familia de la colza. Son dicotiledóneas anuales, bienales o perennes con flores. Sus frutos se denominan silicuas. Las hojas son individuales y alternas en el tallo o en roseta, sin estípulas. Las inflorescencias se presentan en panículas o corimbos. Son pequeñas, vistosas y agrupadas. Fijan más nitrógeno del suelo que las otras dos familias principales y, en general, cubren muy bien el suelo. No obstante, hay que tener cuidado con las rotaciones con otras crucíferas, ya que existe un mayor riesgo de enfermedades y/o alelopatía negativa.
Brásicas intermedias fijadoras de nitrógeno: camelina, col forrajera, colza, mostaza, rábano, nabos, berro, rúcula.

Leguminosas para la mineralización del nitrógeno, a menudo en una mezcla de cultivos de cobertura
Las leguminosas (o Fabaceae) tienen una gran capacidad de absorción de nitrógeno, tanto del suelo como de la atmósfera. Además, devuelven el nitrógeno orgánico al suelo para el siguiente cultivo, a través del proceso de mineralización tras su destrucción (abono verde). Para sacar el máximo partido de las leguminosas fijadoras de nitrógeno, el cultivo debe estar bien desarrollado, lo que significa plantar temprano. Las leguminosas son cultivos de crecimiento lento, por lo que también deben destruirse lo más tarde posible. Por eso se recomiendan para cultivos intercalados largos.
Entre las leguminosas intermedias fijadoras de nitratos figuran las habas, el fenogreco, las lentejas, el loto corniculado, los altramuces, la alfalfa, el trébol amarillo, el trébol de olor, los guisantes, la esparceta, la serradela, la soja, el trébol, la veza, etc.

Otras familias utilizadas como cultivos intermedios fijadores de nitratos
Existen otras especies, que no pertenecen a las familias anteriores, utilizadas habitualmente como cultivos intermedios fijadores de nitratos. Entre ellas se encuentran la borraja, la facelia, el trigo sarraceno, el lino, el niger y el girasol. La ventaja de utilizar estas especies es diversificar las familias de cultivos para, por ejemplo, controlar mejor las malas hierbas y las enfermedades.

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